Muchos de nosotros nos definimos como personas empáticas, capaces de ponernos en el lugar del otro, de comprender a los que nos rodean…Pero, ¿sabemos qué significa realmente la empatía?

La empatía es definida por la Real Academia de la Lengua Española como “la identificación mental y afectiva de un sujeto con el estado de ánimo del otro”. ¿Y esto qué significa? ¿Necesitamos más ingredientes para ser empáticos?

empatiaLa empatía implica no sólo que seamos capaces de identificar y comunicar qué emociones se están despertando en el otro, sino que también implica ser capaces de tomar perspectiva, es decir, de ver las cosas como el otro las ve, sabiendo que no nos está pasando a nosotros. Esto que puede parecer sencillo a voz de pronto, no lo es, ya que normalmente entramos en juicios de valor. Nos cuesta asumir que el otro tiene todo el derecho del mundo a ver las cosas como él quiere, a tener su propio punto de vista y que nosotros podemos asumirlo tal cual es.

Ello hace que además, entremos rápidamente a dar consejos y soluciones, intentemos quitarle importancia a lo que está pasando o a cómo se siente y a decirle al otro lo que debería o no hacer. Todo ello hace que la persona que tenemos enfrente no se sienta respetada ni comprendida, por lo que difícilmente estamos siendo empáticos.

Ser empáticos significa que podemos aceptar al otro y lo que nos está contando tal y como es, desde el respeto hacia sus valores y su manera de hacer las cosas. Significa que respetamos su biografía de vida, su historia y que además valoramos el hecho de que nos haya elegido a nosotros para compartir esa parte de su vida.

Os animo a que esta semana practiquéis escuchar a las personas que os rodean sin entrar en juicios ni dar soluciones y así comprobéis qué cambios se producen.