El método canguro, introducido por el Dr. Nils Bergman, consiste en estar en contacto piel con piel con nuestro pequeño. Dicho método ha sido muy útil en el cuidado de bebés prematuros, pero la realidad es que todos los bebés y sus madres pueden beneficiarse de él, ya estén sanos o enfermos, ya sean prematuros o a término. La única diferencia es que si el bebé es prematuro o está enfermo necesitará además determinados cuidados médicos.

El método canguro reporta numerosos beneficios tanto para la madre como para el bebé y dos de los principales son el poder llevar a cabo la lactancia materna a demanda y el fortalecimiento del vínculo entre ambos.

piel-con-pielDe hecho, uno de los estudios  más importantes publicado en la revista Acta Pediátrica, confirma que el contacto piel con piel es mejor que la incubadora para el recién nacido, ya que propicia que los bebés estén más calmados (lloren menos y tengan menos estrés), respiren con más facilidad, el pulso se mantenga estable y aumente su temperatura corporal y su peso. Todo ello unido al contacto visual de la madre y al ser abrazado, potencia el desarrollo del cerebro infantil. Estos beneficios cobran mayor importancia en el caso de los bebés prematuros.

Según datos de la asociación El Parto Es Nuestro, sólo un 48% de los hospitales españoles permiten un acceso 24h a las salas donde están los recién nacidos y un 23%, limita el contacto entre el pequeños y sus padres a cinco horas diarias, cuando ello no es recomendable según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El acceso abierto a los padres en las Unidades Neonatales (como la del Hospital 12 de Octubre de Madrid, por ejemplo) permite que éstos sumen sus cuidados a los del resto del equipo médico, además de que ganan en confianza y pierden el miedo a la situación que afrontan. Para ello, no necesitamos más dinero, ni subvenciones…sino un cambio de mentalidad por parte de los sanitarios y de los padres. De hecho, tal y como asegura el Dr. Gómez Papí (neonatólogo del Hospital Joan XXIII de Tarragona), los padres que asumen los cuidados de sus hijos prematuros piden el alta antes porque están acostumbrados a sus cuidados y ello supone un ahorro de 6000€ por prematuro ingresado. También hace hincapié en que no es una cuestión de rentabilidad, sino de buenas prácticas.

La psiquiatra infantil del Hospital Puerta de Hierro de Madrid (que cuenta con la acreditación IHAN “Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento”), Ibone Olza, advierte que “muchos de los trastornos de ansiedad en niños de 8-10 años que fueron prematuros, se deben a la separación de sus padres en los primeros días de vida”. Pero los padres tampoco se libran de las posibles secuelas, en palabras de Ibone, “al año y medio del ingreso de sus hijos es frecuente en la mitad de los padres que se dé estrés postraumático, insomnio y pánico”.

Sabiendo todo esto, me gustaría ayudar a la difusión de dicha información y animaros a todos a que las cosas sigan avanzando gracias a una manera de pensar “diferente”.