Ahora que ya ha llegado el verano, estamos muy preocupados por cómo irnos de vacaciones sin gastar mucho dinero, aprovechar las rebajas para poner al día nuestro armario, hacer dieta para que se nos vea mejor en bañador…pero ¿qué hay del cuidado interior? ¿qué hay de dedicarnos un tiempo a nosotros mismos? ¿qué hay de cuidarnos?cuidarse

La mayor parte del año, lo pasamos subidos en nuestra área racional, es decir, en lo mental, mientras que nuestra parte emocional o corporal lucha por salir a la superficie. La mayoría de nosotros suele confiar o darle más importancia a nuestra inteligencia y los datos objetivos a la hora de tomar decisiones, para ello hacemos balances entre pros y contras, estudiamos diferentes posibilidades, etc.

Pero ahora tenemos la oportunidad de cambiar la dirección de rumbo y activar o prestar más atención a nuestro mundo emocional. ¿Nos hemos parado a pensar qué es lo que nos apetece realmente hacer estas vacaciones? ¿qué nos pide el cuerpo?

Porque a lo mejor la mente nos dice que si nos vamos a gastar un dinero en irnos a Paris cuatro días, los tenemos que aprovechar a tope y visitar cuántos rincones podamos. Puede que a nuestro cuerpo ni si quiera le apetezca montarse en un avión o si va, puede que lo que quiera hacer sea pasear tranquilamente y disfrutar de las vistas y de un buen café al aire libre.

Pues bien, las vacaciones son “su momento”, sí, sí, las vacaciones son el momento del cuerpo, de dar rienda suelta a lo emocional y disfrutar, ya que esta es la única manera de poder recargar energías y no volver al trabajo más cansados de lo que estábamos.

Os invito a escucharos y correr la aventura de hacerle caso a esa parte que sabe realmente lo que necesitamos, a como dicen algunos “aprovechar las vacaciones” y disfrutar de un buen libro, un paseo, excursiones, comidas, ejercicio…¡o lo que os apetezca!