Este fin de semana se ha celebrado el VII Congreso Nacional de Pacientes con Cáncer (GEPAC), en el Palacio de Congresos de Madrid. La verdad es que el lema de este congreso “el lugar donde todas las piezas encajan”, no podía ser más acertado.

El Congreso, además de ser gratuito, ofertaba información y formación en diversas áreas, desde ponencias sobre aspectos médicos de las diferentes enfermedades, hasta ponencias donde se abarcaban los aspectos más psicológicos y sociales, como pueden ser la inserción laboral después de la enfermedad o el hecho de ser padres, y es en este último tema donde me gustaría detenerme.

La ponencia sobre fertilidad y cáncer fue llevada por el médico Alberto Pacheco, de la Fundación IVI de Madrid. Dicho doctor hizo hincapié en que la posibilidad de ser papás después de una enfermedad como esta es real y no tiene porqué ser tan inalcanzable como parece si se siguen los pasos adecuados.

En un lenguaje cercano y útil explico los diferentes procedimientos que se llevan a cabo hoy en día para la preservación de óvulos y espermatozoides, y destacó la importancia que tienen los médicos que realizan el diagnóstico a la hora de derivar a las personas hacia este camino.fertilidad-cancer

Estamos de acuerdo en que los primeros momentos en los que te dan un diagnóstico de este tipo, no te planteas el si quieres ser madre o padre (o tal vez sí), sino que normalmente la pregunta que nos acecha es ¿me voy a morir? Cuando está en juego nuestra supervivencia, lo deseable es que nuestro médico sí esté pendiente de que puede interesarnos esa posibilidad, para comentárnosla llegado el momento (es decir, una vez pasado el shock y antes de iniciar los tratamientos). La mayoría de las personas que no acceden a este servicio suele ser por falta de tiempo tras el diagnóstico o por falta de información, el problema es que las repercusiones psicológicas pueden ser muy importantes y llegar a mermar nuestra calidad de vida.

Por otro lado, las posibilidades de quedarse “embarazados” tras una preservación previa al tratamiento oncológico de óvulos o espermatozoides, es de un 52% aproximadamente, porcentaje que disminuye al 12% si no se ha dado este paso previo.

Por otro lado, cabe destacar que el recuperar la función testicular y ovárica tras un tratamiento oncológico, no garantiza la posibilidad de gestación, ya que además, el material genético puede seguir dañado (por ello, los médicos recomiendan pasar de 12-24 meses con métodos anticonceptivos, en función de cada caso).

Me gustaría destacar que existe un convenio de colaboración entre la Fundación IVI y la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), a través del cual, las personas que padezcan dicha enfermedad pueden ir a su centro IVI más cercano y en menos de 24h, ser atendidos para la extracción de óvulos o espermatozoides, de manera gratuita.

Con todo ello, os pregunto ¿por qué esperar?