Hablamos de Cáncer de Mama y embarazo cuando aparece un tumor maligno en la mama durante la gestación o el primer año del posparto. Dicho cáncer se diagnostica en 1 de cada 3.000 gestaciones, según un estudio de la Universidad de Navarra.

Dicha situación plantea numerosos interrogantes tanto para las mamás, como para la pareja. La aparición de un Cáncer de Mama en esos momentos tan delicados, supone no sólo un esfuerzo médico (ya que el diagnóstico y tratamiento no son los habituales y el fin que se persigue es tanto reducir y eliminar el tumor, como preservar la viabilidad gestacional), sino también un esfuerzo personal y familiar (ya que se van a tener que tomar decisiones difíciles).cancer-de-mama-embarazo

Es verdad que durante la gestación el diagnóstico de Cáncer de Mama es más complicado, debido a las variaciones que sufre la mama durante el embarazo, por este motivo es fundamental una exploración minuciosa de la mama durante las primeras semanas de la gestación. A ello, hay que sumarle que determinados síntomas, como el dolor o el aumento de la densidad glandular, son asumidos por los obstetras como síntomas comunes de la mama gestante. De todas formas, cabe tener en cuenta que la forma de aparición más común del Cáncer de Mama en la gestación es a través del nódulo palpable.

En cuanto al diagnóstico, cabe mencionar que los medios convencionales son los mismos tanto para mujeres gestantes como para las que no. Entre ellos, podemos encontrar:

  • Mamografía Bilateral: es una técnica radiológica que no produce interferencias en el desarrollo fetal ni en la posibilidad de dar de mamar en un futuro.
  • Ecografía Mamaria: permite discriminar entre lesiones quísticas y sólidas, pero no entre lesiones malignas y benignas de forma concluyente. Es de gran utilidad a la hora de confirmar las punciones biópsicas de las lesiones mamarias.
  • Punción Biopsia o BAG: obtiene material histológico de la zona sospechosa de la mama.
  • Resonancia Nuclear Magnética de la Mama: es totalmente segura para el feto y la lactancia, además posee una alta eficacia a la hora de establecer un diagnóstico.

Respecto al tratamiento, es importantísimo tener en cuenta el momento de la gestación en el que se encuentra la mujer a la hora de recibirlo, sobre todo si se encuentra en las primeras semanas de gestación. De hecho, el primer trimestre de gestación supone un gran reto a la hora de establecer las líneas terapéuticas. Además, el apoyo psicológico a la mujer embarazada, así como a su familia y la existencia de un equipo multidisciplinar es fundamental.

Los tratamientos que se proponen para las mujeres en proceso de gestación son los mismos que para el resto de las mujeres, pero teniendo en cuenta la posible interacción del tratamiento en el desarrollo fetal. De esta manera, podemos encontrar las siguientes propuestas terapéuticas:

  • Cirugía: es el tratamiento de elección cuando la enfermedad se encuentra en los primeros estadios. Una vez finalizada la gestación, puede optarse por un tratamiento radioterápico o quimioterápico complementario.
  • Radioterapia: los efectos de dicho tratamiento sobre el feto dependen de la edad gestacional y la dosis administrada. Generalmente, no se indica dicho tratamiento hasta que no se ha dado a luz, dado que los tejidos fetales son altamente sensibles a la radiación.
  • Quimioterapia: los efectos que puede tener este tratamiento son difíciles de determinar ya que durante el embarazo se producen diversos cambios fisiológicos que pueden influir en el efecto farmacocinético de los “productos” utilizados. Además, cada “producto” puede influir de diversas maneras sobre el embarazo. Aun así, los diferentes estudios médicos afirman que la aplicación de determinados “productos” existentes durante el segundo y el tercer trimestre de la gestación son bastantes seguros en estos momentos tan delicados. Por otro lado, el personal médico recomienda interrumpir la administración de quimioterapia tres semanas antes de dar a luz, así como la lactancia posterior, la cual está contraindicada en estos casos.
  • Hormonoterapia: la administración de antiestrógenos durante el embarazo no está indicado.

Con todo ello, nos podemos hacer una idea de la complejidad del tema que nos ocupa, por ello, los médicos recomiendan hacer un estudio personal y diferenciado, que pueda atender a las necesidades de la mamá gestante, su futuro hijo y su entorno.

Os ofrezco una atención especializada e integral, aunando el apoyo psicológico y soporte emocional que necesitamos ante una enfermedad grave como es el Cáncer y los momentos especiales  y delicados que supone la Maternidad.