Con motivo del Día Mundial de la Menopausia, me planteo las siguientes preguntas: ¿Por qué se vive la menopausia con tanta aversión? ¿Por qué tememos los posibles síntomas? ¿Contamos realmente con una información útil y veraz? El término “Menopausia” ha sido utilizado en muchas ocasiones de forma despectiva y hemos tendido a asociarlo con palabras como menopausia-climaterioenfermedad y dolores, por lo que dicha etapa ha sido vivida por muchas mujeres con resignación y pesimismo. Es verdad que debido al cese de la actividad folicular ovárica, pueden aparecer diversos cambios a nivel físico y psicológico que requieran una atención especializada, pero ello no significa que no podamos hacer nada y que sólo “tengamos que” dejarlo pasar. Es en estos momentos cuando hemos de saber qué está pasando en nuestro cuerpo, cuál es el origen de nuestros síntomas, qué va a suceder y qué podemos hacer, ya que ello nos aportará una visión más realista sobre nuestros síntomas (ya sean físicos o psicológicos) y nos aportará una serie de herramientas con las que poder afrontar esta nueva etapa.

Por ejemplo, los sofocos, esas sensaciones repentinas de calor, ¿sabíamos que la relajación muscular progresiva ayuda a reducir el número de sofocos en un 60%? El insomnio, que también parece aumentar en esta etapa, ¿sabíamos que el realizar ejercicios de respiración profunda contribuye a generar sensaciones de paz y tranquilidad? Con ello, además de conseguir que el sueño sea más reparador, oxigenamos nuestra piel y reducimos la fatiga, lo cual constituye un truco de belleza eficaz y gratuito.

En cuanto a la urgencia urinaria ¿os suenan los ejercicios de Kegel? Pues nos ayudan a reducir este asuntillo en el 90% de los casos ¿Y la sequedad vaginal? Es verdad que puede influir en nuestra vida sexual, pero también es verdad que contamos con numerosas cremas y lubricantes que podemos convertir en un juego erótico, además de que contaremos con más tiempo libre, ya que nuestros hijos (con un poco de suerte) estarán independizados.

Respecto a la osteoporosis, la recomendación que con más frecuencia nos dan los médicos es aprovechar los ratitos de sol de por la mañana, en los que podemos además irnos a pasear. De esta manera nuestro cuerpo recibirá una dosis extra de Vitamina D (que ayuda a la absorción y fijación de calcio en los huesos) y liberar endorfinas, que nos ayudan a combatir la tristeza.

Lo anteriormente mencionado, unido a una dieta rica en grasas vegetales, calcio, fibra y vitaminas, nos ayudará a sentirnos mejor. Por otro lado, aquí os dejo unos remedios caseros y naturales:

  • Depresión y nerviosismo: melisa, mejorana, fumaria, verbena, extracto de ginseng, valeriana, romero, lúpulo y ruda.
  • Sofocos: romero, lúpulo y ruda.
  • Sudores nocturnos: tres tazas de salvia al día.
  • Insomnio: tila, mejorana, lavanda, azahar, lúpulo, melisa, valeriana y menta.
  • Hipertensión: 30gr de mielenrama, 10gr de ajenjo, 20gr de valeriana, 20gr de raíz de alharma y 20gr de flores de espino.

Con todo ellos os animo a combatir los mitos que hay en relación a esta etapa de nuestra vida, la Menopausia, la cual puede vivirse con plenitud y positivismo, si uno quiere y sabe cómo hacerlo.